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jueves, 15 de septiembre de 2016

LA JERICANA INVENTORA, YA CUENTA CON DOS PATENTES

Juana Esteve acudió al instituto tecnológico Aimplas con dos ideas y las hizo realidad: papel para cocinar sobre vitrocerámica y pinzas de tender con forma de percha 

Cuando uno sustituye la cocina a fogones por una vitrocerámica entiende eso de que la innovación tecnológica es comodidad. Lo que ocurre, más allá de eso, si eres una persona inconformista y creativa, que persigue conseguir el máximo de eficiencia en las tareas del hogar, es que inventas un papel para no tener que limpiar las placas de inducción. Y si, además, eres reincidente, tu segunda invención es una pinza para colgar perchas en el tendedero y ahorrar en el tiempo de planchado. Esta es la historia de Juana Esteve Izquierdo, una fotógrafa jericana retirada que ahora trabaja en Correos y que es, pasada la cincuentena, una inventora en la sombra. 

Todo empezó con una frase lapidaria de una madre enferma. «Juana, en esta vida no todo es trabajar y ganar dinero, tienes una familia y el tiempo también vale». Eso fue suficiente para dejar una vida como fotógrafa sin horario y suplirla por una rutina con fines de semana libres y capacidad para cuidar de los suyos. A su entender, estaba comprando su tiempo. Algo que, sin esperarlo, le incitó a prestar más atención a las ideas que bailaban en su mente. «Se me ocurrieron muchas cosas, pero la primera que llevé a cabo fue en la placa de inducción», relata Juana Esteve. Lo que a ella le sobraba en la vitrocerámica era que al final del día acabara tan sucia, con lo que probó poniendo un papel debajo de la sartén para evitar aquellas manchas. 

El invento funcionaba. Así que investigó hasta acabar patentándolo, y conociendo a la gente de AIMPLAS, el Instituto Tecnológico del Plástico, que le dio el material perfecto para conseguir su objetivo. «Me atendieron fenomenal, me hicieron todos los estudios», cuenta la protagonista. «Por eso ahora, cuando tuve la segunda idea, la de la pinza, contacté directamente con ellos». Lo que Juana identificó en este caso es que parte del tiempo de planchado de la ropa venía dado por las marcas que dejan las pinzas al tenderla. «La solución la encontré al tender ciertas prendas en perchas», narra la inventora. 

La historia es que este rudimentario invento no impedía que un golpe fuerte de viento las tirara al suelo. Y, claro, Juana no paró hasta dar con la solución: una pinza que cumpliera con su función de pinza, pero que, a la vez, sujetara la percha. Y para ello, otra vez AIMPLAS. «Lo que hicimos fue hacerle un diseño conceptual para que ella validara», explica uno de los máximos responsables de los casos de Juana en AIMPLAS, Vicente Ruedas. «Hicimos el diseño 3D de la pieza y fabricamos unos demostradores a través de tecnologías aditivas, de manera que ella tuviera una pieza que se asemejara a otra fabricada por inyección, pero hecha con tecnologías aditivas». 

Del primer invento se hicieron los prototipos y ahora están en proceso de buscar empresa para la fabricación. En el caso del segundo, muy probablemente se opte por vender la idea. El perfil de inventor autónomo suele chocar con lo mismo, explica Ruedas, «no son conocedores de los procesos y para comercializar se necesita mucho músculo, y el músculo es dinero».

Pero eso no ha parado a Juana Esteve. «Incluso trabajando en Correos siempre intento, para mí y para mis compañeras que el reparto en población sea lo más efectivo posible», detalla la misma. No por nada hablan de ella como una mujer emprendedora y con muchas ideas a las que nunca había sacado partido. «Como me decía mi padre, tú las cosas tienes que hacerlas», concluye Juana Esteve. «Nunca te sientas un fracasado; el fracasado es el que no intenta nada».

Así que si eres una persona inconformista y creativa, que persigue conseguir el máximo de eficiencia en las tareas del hogar, inventas un papel para no tener que limpiar las placas de inducción. Y si, además, eres reincidente, tu segunda invención es una pinza para colgar perchas en el tendedero y ahorrar en el tiempo de planchado. Esta es Juana
Fuente: Paula Clemente - El Mundo

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